lunes, 1 de agosto de 2016

¡Huellas del Futuro hizo su arribo en Santiago, Valparaíso y Villa Alemana!


¡Una muy buena semana acaba de pasar para mí! La verdad es que siempre es un agrado poder compartir con los amantes de la literatura fantástica. Pero lo mejor de todo es que en cada una de las tres actividades que participé me sentí muy cómodo, con gente buena onda y  conversando de temas muy interesantes.

Todo comenzó con mi presentación en el Centro Cultural de España, ubicado cerca del Metro Salvador en Avenida Providencia. Si bien ya antes había publicado un libro (Cosmicrónicas: Viaje al Fondo del Tiempo"), es la primera vez que me presento en Santiago, la capital de mi país. En un principio estaba algo inquieto, pues la poca gente que pudo haberme visitado, no pudo por diversas razones. Sin embargo, las personas que fueron (en su mayoría eran amigos o parientes de mis colegas escritores que compartieron escenario conmigo como Felipe Trujillo y Valentina Carvajal), igualmente me escuchó atentamente y rieron cuando conté alguna anécdota... Además me compraron algunos ejemplares, algo que siempre es bueno y no sólo eso, me comentaron que compartían mis gustos por lo misterioso.


Junto a Marcelo Novoa (editor de Puerto de Escape), Felipe Trujillo y Valentina Carvajal.

Particularmente me llamó la atención una pregunta que me hizo un caballero acerca de si es posible viajar al futuro y conocer los números que van a salir en un juego de azar. Le respondí que siempre que se visualiza un futuro, éste es probable y no necesariamente el que va a ocurrir, pues lo que vemos no es nuestra propia línea espacio-temporal, sino el de una realidad paralela. Ahora bien, cuando uno se propone una meta, ese anhelo se puede concretar si creemos que sí o sí se va a cumplir. Al hacer eso, creamos nuestro propio universo paralelo... forjamos nuestro destino con nuestro pensamiento. ¡Así funciona el multiverso!

Y bueno... Al siguiente día (jueves) participé en la Feria de Tarjeta Joven del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV). Me había invitado el encargado regional de la Tarjeta Joven, quien es mi amigo y fue mi compañero de oficina cuando yo trabajé en INJUV. Fue una bonita instancia no sólo para volver a compartir con mis ex compañeros de trabajo, sino con varios estudiantes de mi ciudad, con sus profesores y apoderados, quienes me pidieron visitar sus colegios en el futuro...



Acá me llamó la atención un caballero que se me acercó a mi stand, derechamente para pelear conmigo. En realidad, noté que quería descargarse contra alguien y como vio el mantel de mi mesa que decía "INJUV" pensaba que yo era uno de los organizadores del evento. Me decía: "¿Ustedes por qué no hacen algo para cambiar el sistema? Yo ya estoy viejo, pero los jóvenes deberían jugársela por hacer los cambios que este país necesita, como por ejemplo el sistema de las AFP". Yo le dije: "Bueno, hace pocos minutos pasó una manifestación estudiantil que buscaba mejorar la calidad de la educación", pero el caballero movía la cabeza de un costado a otro y decía "eso no sirve de nada".... "¿Cuándo ustedes van a hacer los cambios?"- Ahí yo derechamente me enojé, no porque no tenía pito que tocar en el asunto, sino que percibí que esa es la actitud errónea que ha tomado mucha gente: Esperar que otros les resuelvan sus problemas.

Comparsa amenizando la Feria de Tarjeta Joven de INJUV.

Le contesté: "Si usted está esperando que otros luchen por usted, está jodido caballero. Acá todos tienen que moverse para hacer los cambios. Cada uno de nosotros tiene ese poder, ya que nosotros, unidos, podemos lograr cualquier cosa. No importa la edad, sexo ni condición social, ya que todos tenemos el poder divino de la Creación. Lo importante es hacer cambios con amor... con amor a los prójimos, hasta con los que piensan distinto a uno. Así, y sólo así, haremos cambios para mejor. Yo por ejemplo, estoy contribuyendo con este libro (le mostré mis ejemplares de Cosmicrónicas: Huellas del Futuro) que si bien es de ciencia ficción, habla sobre estos valores universales...". El caballero me preguntó por el precio, se lo dije y luego me dijo: "Voy y vuelvo. Me interesa tu libro". No volvió... (Al menos no llegó antes de que yo me largara de allí, cuando se estaban marchando la mayoría de los expositores).

Finalmente, el día viernes 29 de julio, tuve la oportunidad de compartir con algunos lectores de mi primer libro, quienes fueron hasta la Feria del Libro de Villa Alemana especialmente para conocerme. Eso fue maravilloso. De verdad no me lo esperaba. Es lo bonito que tiene la literatura... Intercambiar ideas sobre extraterrestres y viajes por el tiempo con ellos no tiene precio.

En la Feria del Libro de Villa Alemana junto a Marcelo Novoa y Fabián Cortez.

Ya en el auditorio, pudimos tener una jornada amena junto al editor de Puerto de Escape, Marcelo Novoa y mi colega escritor Fabián Cortez., donde compartimos nuestra visión de la realidad y de cómo visualizamos la ciencia ficción desde esta parte del mundo. En mi caso, pienso que si bien Latinoamérica no cuenta con la tecnología de Estados Unidos ni de Europa, sí tiene lugares místicos y enigmáticos desde donde se pueden originar grandes historias, con buenas dosis de humor, como me gustan a mí.

Ahora, con estas buenas experiencias, me preparo para recalar en Casablanca City, lugar que fue fuente de inspiración de esta segunda parte de las Cosmicrónicas. Si eres de allí, no dudes en asistir el sábado 13 de agosto, a las 17 horas, al Centro Cultural. Actividad que, por cierto, es gratuita. (¡Los libros no! ¡ja, ja, ja, ja!!).

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